¿Eres un político al margen de la ley? ¿No te convence eso de hacer concursos públicos? ¿Tienes amigos empresarios deseosos de llevarse tus contratos pero temes a esos jueces cansinos, comunistas y seguramente homosexuales que andan detrás de ti? ¿A veces (sólo a veces) tienes remordimiento de conciencia? ¿Temes que tus apañitos sin importancia acaben llevándote a la carcel? ¿Sabes que tus trapicheos están mal, pero te da alergia la ley?

Pues no seas mentecato, hombre, y no te fijes en esos zoquetes de Valencia. Actualmente, y gracias a nuestro sistema de Estado, la propia ley te proporciona una serie de mecanismos para poder ser corrupto de acuerdo a las normas y sin que tu conciencia te moleste 1 ó 2 segundos. Éstos son cinco prácticas consejos que deberás seguir la próxima que quieras adjudicar un contrato a dedo:

1.- Convoca el concurso público para el contrato que quieres adjudicar. En cuanto a la cantidad que la empresa adjudicataria recibirá por la ejecución del contrato, no te pases mucho, fija un dinero muy discretito. Así reducirás de entrada la lista de interesados. No obstante, seguro que hay varios aspirantes.

2.- Ya que más o menos sabrás a qué empresas les puede interesar el contrato, habla con ellas antes de que formalicen su solicitud y hazles saber directamente que no les vas a adjudicar a ellos el contrato. Esa adjudicación ya tiene dueño -tu empresario amigo-, de modo que si se lo dices a sus rivales alto y claro desde el principio, lo más seguro es que ni se presenten. Esto hará que los trámites del concurso finalicen mucho antes y tu empresa amiga pueda firmar el contrato antes de dos semanas.

3.- No obstante, si, pese a los avisos de amaño, hay alguna empresa que está empeñada en participar en el concurso aunque sepa que no lo va a ganar, establece un pliego de condiciones imposible y al que casi nadie pueda acceder. Una buena forma de hacer esto es fijar una cuota o aval que tendrán que abonar todas las empresas sólo por concursar, con independencia de si ganan o no. Como en las elecciones del Real Madrid, pero en el ámbito público.

4.- Lo más seguro es que a estas alturas de vida el concurso que has convocado sólo tenga como potencial aspirante a tu empresario amigo. Pues bien, dile que tampoco se presente. Sí, has leído bien, dile que no se presente. El concurso, por tanto, no tendrá ningún aspirante a la adjudicación.

5.- Una vez declarado desierto, ya puedes eliminar el concurso público y optar directamente por adjudicar el contrato mediante procedimiento negociado. Es ahora cuando, con total libertad, puedes sentarte tranquilamente con tu empresario amigo y ofrecerle la adjudicación. En el nuevo contrato negociado, modifica la cantidad percibida que estipulaba el contrato público inicial y duplícala.

Fin. Túmbate en tu sofá y échate un cigarrico. Para volver a empezar, vuelve al punto número 1.

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