La nueva Ley General Audiovisual aprobada el viernes es bastante extraña. De primeras, despídete de ver porno en abierto (lo que aumentará, sin duda, el tráfico en Internet los sábados por la noche). Aunque hay medidas evidentemente acertadas (se refuerza el horario protegido y se potencia el subtitulado para sordos), hay un punto en la nueva Ley que me trastorna. Los call tv, esos programas basados en llamadas a números 905, sólo podrán emitirse entre la 1 y las 5 de la madrugada. Es decir, que uno sólo podrá ser timado de madrugada, con nocturnidad y alevosía.

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