El pasado jueves saltó en todos los medios la noticia de una mujer marroquí que había abortado como consecuencia de una paliza que le dieron unos compatriotas por no llevar el velo islámico en Socuéllamos (Ciudad Real).

Tras el revuelo creado, y después de una labor periodística un poco más elaborada, parece que el asunto se va aclarando:

Ni recibió una “brutal” paliza, ni fue agredida por no llevar el velo islámico y ni siquiera sufrió un aborto como consecuencia de los golpes. Lo que al principio parecía un caso con tintes integristas, con el paso de las horas se ha convertido en una discusión que podría acabar calificada tan sólo como una simple falta.

Más en este artículo de Sylvia González en El Día de Ciudad Real.

Actualización 9 de noviembre: Veo que la noticia ha llegado a portada de Menéame. Me alegro por la difusión.