El empresario castellano-manchego Domingo Díaz de Mera, accionista del Aeropuerto de Ciudad Real, entre otros muchos negocios, está consiguiendo –merced a las múltiples empresas en las que tiene participación- que el Aeropuerto de esta localidad elimine a algunos de sus acreedores y relaje de este modo su delicadísima situación económica.

Actualmente, el Aeropuerto tiene una deuda mínima reconocida de unos 300 millones de euros, y muchos de sus acreedores hace tiempo que se cansaron de esperar a recuperar el dinero que en su día entregaron a una infraestructura que ahora mismo no acumula más que deudas. Así pues, el Aeropuerto tiene hasta la fecha dos amenazas de concurso de acreedores: por un lado, Cajasur, que presentó la solicitud en diciembre del año pasado ante un impago de 18,82 millones de euros; por otro lado, Montreal, que en junio de 2008 realizó la misma operación ante una deuda de 17 millones. Esta última solicitud, que ya ha sido admitida a trámite por el juez y será sometida a vista el próximo 24 de marzo, es la que mayor controversia ha deparado, desembocando en un rocambolesco capítulo cuyo final no parece cercano ni sencillo.

Se da la coincidencia de que Montreal tiene entre sus socios a Domingo Díaz de Mera e Ignacio Barco. Este último, ligado prácticamente a todos los negocios del primero, es también accionista del Aeropuerto. Ni que decir tiene que estos dos empresarios no quedaron conformes con la petición de concurso de acreedores, que fue emprendida por José Ángel González Tausz, presidente de Montreal. Fue entonces cuando la maquinaria se puso en marcha.

Más en este artículo que publicamos hoy en Cotizalia.

Por cierto, que ayer supimos que DSV ha paralizado la actividad de carga en el Aeropuerto.


P.D.: La foto de arriba es de Víctor Torres.