Que la SGAE tiene más cara que espalda ya no es ningún secreto para nadie. Que no tiene la más mínima vergüenza en cobrar hasta por silbar al mismo tiempo que te llaman ladrón e inculto tampoco lo es ya. Hace un tiempo las patrañas y fraudulentas conductas de la SGAE las conocíamos unos pocos, pero como el tiempo pone a cada uno en su sitio, a día de hoy la SGAE se retrata ella solita y todo el mundo sabe cómo es y, sobre todo, cómo actúa.

Tampoco es novedad que en estos últimos meses son muchas las entidades que están esquivando a la SGAE optando por hacer uso de alternativas mediante las que no pagar a esta empresa sociedad. Una de esas entidades es el Balonmano Ciudad Real, que a partir de ahora no reproducirá música gestionada por la SGAE en sus partidos. Según los datos facilitados por el club, la SGAE les cobra unas tasas de unos 95 euros en cada partido por los derechos de la música que suena por los altavoces. Para evitar este pago, en el club han optado por poner música que no esté registrada en la SGAE.

Y no podían haberlo hecho de mejor forma, ya que la encargada de suministrar esa música será la Asociación Pink Satura, que desde hace cinco años viene promocionando a los grupos de música de toda Castilla-La Mancha a través de Explosión Local, un certamen mediante el que cada año la asociación edita un CD con los grupos noveles más destacados de la región.

Además de los grupos que ya forman parte de Explosión Local, a partir de ahora, cualquier grupo que quiera sonar en el Quijote Arena deberá ponerse en contacto con la organización por correo electrónico, en su myspace o a través de su perfil en Facebook.

Muy bien por el Balonmano Ciudad Real, pero, sobre todo, bravo por la asociación Pink Satura, una asociación de Ciudad Real que lleva eones luchando de forma desinteresada por promocionar la cultura musical en Castilla-La Mancha.