En los últimos doce meses, los medios de comunicación de Ciudad Real se han equiparado a los de toda España y están viviendo una de sus peores etapas, no sólo en cuanto a cuestiones económicas (despidos, retraso de nóminas), sino también a la necesidad en ocasiones de fusionar medios o unir fuerzas.

El último ejemplo es el del periódico El Día y la televisión Canal Regional de Noticias (CRN), que a partir de mañana unirán sus fuerzas, aunque todavía no se sabe muy bien de qué manera. A lo largo de hoy, los trabajadores de El Día abandonarán sus instalaciones y se trasladarán a las de CRN, pero la sede no será lo único que compartan.

Los planes de futuro pasan por que los trabajadores de cada uno de los medios haga servicios también para el otro. De este modo, cuando un periodista cubra -por ejemplo- una rueda de prensa, no sólo redactará un artículo para el periódico, sino que también redactará el texto para la pieza de televisión y la locutará, a lo que hay que añadir el montaje y edición del vídeo. La misma situación se produciría a la inversa, lo que podría desembocar en un posible conflicto de competencias. Además, si un habitual redactor de El Día se dedica a hacer el trabajo de otro de CRN o viceversa, parece lógico pensar que no se necesitará tanto personal y que podría haber nuevos despidos.

Esta especie de fusión entre los dos medios no supondría aparentemente ningún trastorno empresarial, ya que tanto CRN como El Día pertenecen a un mismo conglomerado de empresas capitaneadas por Domingo Díaz de Mera e Ignacio Barco.

Esta situación viene a culminar una última etapa de El Día en que los despidos han sido la tónica casi diaria. En las últimos meses, la empresa ha despedido a tres trabajadores y ha ofrecido a otros ser recolocados en diferentes empresas pertenecientes a los accionistas del medio. Mientras, la situación económica no deja de ser complicada y el pago de los salarios está sufriendo diversos altibajos, con constantes retrasos en el abono de las nóminas.

El panorama de CRN tampoco está siendo muy favorable en los últimos meses. Y es que, pese a ser adjudicatarios de una licencia de TDT regional, la empresa cerró en enero sus delegaciones en Albacete, Cuenca y Guadalajara. Además, su delegación de Toledo, en plena capital regional, quedó reducida a la mínima expresión y varios de sus trabajadores han sido trasladados a la sede de Ciudad Real.


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