Si en los dos últimos días han estado más o menos pendientes de las webs de noticias o los informativos, entonces estarán al tanto del tamaño que prefieren las españolas para sus tetas. Hace apenas 48 horas salió un 'estudio' (disculpen el entrecomillado) que analiza la variación de tamaño en los implantes de pechos de las mujeres españolas.

Este rigurosísimo 'estudio' (disculpen el entrecomillado) no lo ha hecho un instituto de salud, ni una oficina de consumidores ni nada parecido, sino una clínica privada concreta con nombres y apellidos. A esta clínica hay que reconocerle dos grandes aciertos:

- Centrar su 'estudio' (disculpen... ya saben) no el número de intervenciones quirúrgicas, sino en el tamaño del pecho final, un objetivo lo suficientemente llamativo y morboso para que todos los medios de comunicación se hayan hecho eco de tan imprescindibles datos y hayan tenido decenas de miles de visitas. Incluso los informativos televisivos sacaban ayer esta noticia.

- Segmentar los datos por provincias. De este modo, la noticia no sólo saldrá en los medios nacionales, sino que todos los medios de provincias aprovecharán para referenciar el tamaño preferido para las tetas en su provincia.

De modo que estos dos días los periodistas españoles nos lo estamos pasando de puta madre (el plural es mayestático; a mí no me incluyan) buscando fotos y vídeos de tetas con los que ilustrar unas noticias con las que se nos pondrá la media sonrisilla y los ojitos picarones. Incluso los periodistas de provincias en las que se prefieren los pechos pequeños han optado por buscar las mayores tetazas y colgarlas en su web. Otros, los más chistosos, incluso hemos desechado plural mayestático) la nota de prensa y hemos pedido hacer un verdadero estudio de campo en nuestras respectivas provincias.

Sorprende que a día de hoy tengan cabida noticias de tan escaso rigor, más cuando éstas son proporcionadas por clínicas privadas directamente interesadas en el contenido. Pero bueno, cada cual ha conseguido lo que quería: los medios hemos conseguido audiencia (plural mayest... pues eso), los ciudadanos tenemos nuestro ratico de alienante entretenimiento y la clínica en cuestión tiene una publicidad impagable.

Y todos tan contentos. Que, al fin y al cabo, es de lo que se trata.