Hace unas semanas que mis compañeros de parranda shanghainesa y yo venimos observando que el comportamiento cívico hace acto de presencia en las estaciones más céntricas del metro. Aunque los codazos y los empujones siguen vigentes y la posibilidad de quedar atrapada en el vagón ante una marabunta de gente que entra sin dejar salir sigue siendo bastante elevada -doy fe de ello-, ahora la gente que espera la llegada del tren se forma en filas y sólo empuja desde los laterales, permitiendo así la salida de los pasajeros llegados a destino por la parte central de la puerta.

La explicación de este repentino cambio también tiene su origen en la Expo que, como les dije, este año se celebra en Shanghái (la RAE dixit, a mí que me registren) y ayer abrió sus majestuosas puertas.

¿Que cómo se las ha apañado el Gobierno para modelar los modales de la población de la noche a la mañana? Muy fácil...

Más en este artículo de Natalia Alarcón, en el que cuenta el código de conducta que han recibido los chinos para la Expo Shanghái 2010. También lo cuenta Andrea Rodés: Con un español, sobre todo, no critiques el toreo.