P. ¿Por qué siempre ha justificado la violencia terrorista de ETA?
R. Mi posición y la del conjunto de la izquierda abertzale ha sido la consecuencia lógica de entender que la existencia y persistencia de la violencia política en nuestro país obedece a razones de estricta naturaleza política. Sin querer de ningún modo trazar paralelismos, en términos absolutos nuestra posición ha sido similar a la mantenida durante décadas por el Sinn Féin en Irlanda o por el propio Nelson Mandela en Sudáfrica. Lo que ha caracterizado a nuestra posición en este tema ha sido la insistencia en la necesidad de superación definitiva de la violencia y el conflicto político a través del diálogo y la negociación. Nuestro compromiso ha sido y es sincero: las armas, todas las armas, deben desaparecer definitivamente de la ecuación política vasca.

P. ¿Si ETA matara mañana, lo condenaría? ¿Y el resto de Batasuna?
R. Usted me plantea una hipótesis para mí imposible, o altamente improbable por cuanto ETA ha anunciado el cese de sus acciones armadas, pero no quiero eludir la pregunta. Si tales hechos sucedieran, la izquierda abertzale, en virtud de su propia reflexión y de los compromisos adquiridos con la comunidad internacional y en aplicación de los Principios Mitchell, se opondría a tales hechos. El desmarque realizado por la izquierda abertzale ante supuestos hechos de la kale borroka determina con claridad ese compromiso por las vías políticas y democráticas.

P. ¿Por qué no la ha condenado ya?
(Sin respuesta).

P. ¿Por qué no lo hace antes de que muera alguien?
(Sin respuesta).

Más en esta entrevista que hace El País a Arnaldo Otegi, que responde desde la cárcel. Los compañeros de El País cuentan el contexto de la entrevista: "Las respuestas de Otegi se obtuvieron a través de un cuestionario que se le hizo llegar y que él contestó por escrito a EL PAÍS. Con anterioridad, este diario intentó dos veces conseguir una entrevista cara a cara en la cárcel con él, pero en ambos casos fue denegada por el Ministerio del Interior. Otro intento de entrevistar a Otegi antes de que fuera hecho preso fue rechazado por la cúpula de la izquierda abertzale. La entrevista a Otegi se produce en un momento en el que la izquierda abertzale ha pedido a ETA el "abandono definitivo de las armas", lo que ha alimentado la percepción -especialmente dentro del País Vasco- de que el entorno político tradicional de ETA ha decidido poner punto final a la violencia".