A mí me vais a perdonar, pero cada vez que oigo a un político hablar de la llamada "participación ciudadana" me acaba entrando la risa. Yo pensaba que la participación ciudadana consistía en que los ciudadanos participasen en la toma de decisiones medianamente importantes. Pero, tonto de mí, me equivoqué. ¡Cómo pude pensar una sandez tan grande! La participación ciudadana es algo mucho más divertido e interesante. He aquí dos casos:

Caso número 1: Allá por diciembre de 2006, el Ayuntamiento de Ciudad Real, en un clarísimo ejemplo de participación ciudadana, propuso a los ciudadrealeños que fueran ellos (ELLOS!!!) los que eligiesen el nombre del nuevo Teatro-Auditorio que el Ayuntamiento va a construir. La verdad es que soy incapaz de recordar esto sin estremecerme... el nombre!!! nosotros elegiríamos el nombre!!! qué decisión tan importante!! Yo, sinceramente, no me veía capaz de participar en una decisión tan trascendente, así que me quedé en casa y no fui a ejercer mi derecho a la opinión, lo que provocó que me quedase sin el reproductor MP3 tan bonito que regalaban. Podéis obtener más información sobre esto aquí, donde, como digo, se reitera en que el objetivo de esta campaña es "potenciar la participación activa de todos los ciudadanos en lo que será el nuevo Teatro Auditorio de la capital ciudadrealeña".

Caso número 2: El Ayuntamiento de Madrid, que otra vez se ha empecinado en organizar unas olimpiadas a pesar de que en Madrid apenas pueden vivir los propios madrileños, ha propuesto a los ciudadanos que eligan el logotipo que será la imagen de la candidatura de Madrid 2016. ¡Já! ¿Quién decía que Gallardón era un cobarde conservador que no se atrevía a darle voz al pueblo? Quien lo dijo, ahora tendrá que tragarse sus palabras ante tamaño atrevimiento del alcalde de Madrid. El propio Gallardón, por si a alguien no le había quedado claro lo meritorio del asunto, ha declarado que "hay muchas formas de hacer las cosas, pero nosotros estamos haciendo Madrid'16 desde abajo, contando con todos los que apoyan esta aspiración de albergar los JJ.OO., a quienes animamos a que voten porque estos Juegos son sus Juegos, los de todos los madrileños y todos los españoles". Ahí es ná.

Creo que en esta votación también me abstendré. Quizá si el día de mañana a alguien se le ocurre preguntarme qué me parece el actual sistema electoral español, qué pienso acerca de que la tauromaquia sea la fiesta nacional o cuál es mi postura al respecto de la monarquía, que son temas mucho más banales, sin duda, quizá me anime a votar. Pero en estos temas tan importantes es mejor no votar si no se entiende.

P.D.: Al hilo de este tema, me viene a la cabeza una entrevista con Alberto Muñoz y Manuel Maroto, presidente y vicepresidente del Círculo de Bellas Artes de Ciudad Real, en la que hablan largo y tendido sobre esto de la participación ciudadana. Podéis leer la entrevista aquí.