Nicolas Sarkozy, ese ángel caído de Jean-Marie Le Pen, visita a Bush en pleno subidón político tras traer de vuelta a las azafatas españolas detenidas en Chad (antigua colonia francesa) y tras recibir las alabanzas de la derecha española y la gente de a pie.

Veremos cuánto tarda en poner los pies encima de la mesa y contarle a Bush en cuánto tiempo corre 10 kilómetros.