Los periodistas llevamos varios días anunciando una nueva hecatombe: la bajada de las Bolsas.(...) Es sabido que la Bolsa tiene unas reglas que escapan al entendimiento del común de los mortales. Pero digo yo que, incluso en la Bolsa, 12 será una cantidad superior a 8. Así que armados con este elemental criterio de lógica, parece conveniente analizar la catástrofe bursatil.

El 17 de abril de 2004, cuando Zapatero prometió el cargo de presidente, el Ibex 35 estaba situado en unos brillantísimos 8.387 puntos. Y ayer, después del tsunami, el índice selectivo quedó en unos escuálidos 12.254 puntos. Vamos, el típico hundimiento en toda regla que se traduce en una subida total del 46%.

Yo no sé qué piensan hacer ustedes, pero yo me dispongo a hablar inmediatamente con el director para ver si me puede garantizar una hecatombe similar: un incremento de mi nómina del 11,5% al año desde ahora hasta 2012.

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