La intensa -e interminable- sucesión de acontecimientos, datos, noticias y cifras sobre la llamada crisis económica hace que la mayoría de los ciudadanos tengamos poca o ninguna idea de todo lo que está pasando ni de qué lo ha originado o en qué puede desembocar todo esto.
Para poner un poco de orden en el asunto hemos hablado con Enrique Viaña, catedrático de Economía Aplicada de la UCLM, que achaca la crisis a dos factores: uno técnico y otro de fondo.
1. Opacidad de los productos derivados
¿En qué consiste la opacidad de los productos derivados? Un ejemplo: en agosto de 2007 las hipotecas subprime o de alto riesgo comienzan a tambalearse. Una hipoteca constituye un elemento económico cuyo riesgo "suele estar más o menos controlado por el mercado, sin que haya demasiados problemas". El problema es cuando las hipotecas se comienzan a agrupar formando fondos de titulización hipotecaria, que ya constituirían un producto derivado. A su vez, en el mercado actual se han creado bonos de estas agrupaciones o fondos de titulización hipotecaria. De este modo, nos encontramos con tres elementos: las hipotecas, los fondos de titulización hipotecaria y los bonos de estos fondos. El problema de este conjunto es que la estabilidad de los bonos depende de las hipotecas, pero la existencia de un elemento intermedio (los fondos de titulización) hace que la relación entre las hipotecas y los bonos se vuelva más opaca, con lo que los bonos no tienen un conocimiento exacto del riesgo real que están corriendo las hipotecas.
Pero no acaba aquí la cosa, ya que si este bono es adquirido por un fondo de inversiones o un banco de inversiones, entonces ya nos encontraríamos con un producto derivado de segundo orden, con lo que los elementos finales no tienen ya ningún conocimiento del riesgo que puede estar corriendo la hipoteca, ya que se ha creado una red en que la opacidad es completa y la subsistencia se basa en la confianza de los fondos de inversiones en la buena salud de las hipotecas. (...) Durante todo este tiempo, los fondos de inversiones han mantenido una confianza ciega en el bienestar de las hipotecas y hemos vivido una época en que se han infravalorado los riesgos que podrían estar corriendo, ya que vivíamos en una situación de constante bonanza económica.
Sin embargo, las vacas flacas comienzan a llegar en agosto de 2007, momento en el que el euríbor sube y las hipotecas comienzan a dejar de pagarse. Es entonces cuando los fondos de titulización hipotecaria se dan cuenta de que no pueden pagar a los bonos y éstos trasladan el problema a otros agentes, como los fondos de inversiones. Así, vemos cómo el impago de hipotecas desencadena una serie de ‘catástrofes’ económicas que empiezan a salpicar a todos aquellos que se metieron en esta aventura sin saber los riesgos que corrían y confiando en que todo iría bien eternamente.
"Existía una opacidad tan grande que ninguno sabía qué riesgos estaban corriendo los otros; el sistema se mantenía por la confianza de unos en otros". El problema llega cuando un agente económico, como por ejemplo un banco, ve que otro agente está en problemas y decide no arriesgarse con él, creándose así "una desconfianza generalizada, que es la que nos ha traído a esta situación".
2. Modelo económico mundial
Detrás de este factor técnico subyace un elemento más de fondo: el modelo económico mundial: "Durante todo este tiempo hemos llevado a cabo una forma de crecimiento económico muy asequible a todos: a la producción, a la inversión, al consumo...". Esto provocó que se crearan "unas condiciones de financiación muy ventajosas y allí quisiera entrar todo el mundo", algo que trajo consigo la expansión de créditos y una inercia de ganar dinero casi sin hacer nada: "Las compañías cedían los créditos a terceros y volvían a prestar otra vez", con lo que "se entró en un proceso en que apenas se generaba riqueza, sino que esta riqueza se revalorizaba una y otra vez", lo que facilitó que bajasen los tipos de interés y aumentasen los créditos de una forma tremenda y un poco exagerada.
A esto se añade la opacidad de la que hablábamos antes: "Mientras las cosas iban bien, nadie se ha preocupado de controlar todos los pasos, con lo que se creó una confianza totalmente artificial en un sistema que podía derrumbarse en cualquier momento". (...)
"Todavía nos quedan sustos"
Ante estos hechos, cabe plantearse cómo se presenta el futuro: "No es una situación transitoria que podamos arreglar con un par de parches. Tenemos que dejar que la crisis se desenvuelva sola, y todavía nos tendremos que llevar algunos sustos más. En 2009 no vamos a ver esta crisis resuelta, ni mucho menos". Para el catedrático, "hay que tomar medidas a nivel global", y estas medidas pasan por dos requisitos imprescindibles: por un lado, "es totalmente necesario que vuelva a existir un control de todo lo que pasa en el mercado; hace cuatro años se levantaron todos los controles en EEUU y el resto de países lo imitaron, pero no se puede mantener la opacidad que ha habido hasta ahora". (...)
Por otro lado, "el sistema económico tiene que cambiar ligeramente y plantearse como objetivo principal dejar de revalorizar la riqueza y comenzar a generarla". Durante todo este tiempo "hemos vivido con una riqueza y un bienestar artificial" por lo que "se ganaba mucho dinero haciendo muy poco", tan sólo aprovechando la bonanza económica. Así pues, "es momento de que el mercado se ponga las pilas y salga de esa inercia; tenemos que ponernos todos en marcha y comenzar a generar riqueza en vez de especular con ella".
(...)
El apoyo a los bancos, "muy necesario"
Viaña analiza despacio las medidas que se están tomando en España para ayudar a los bancos y las considera unas medidas "correctas", ya que "los bancos españoles, por ahora, no corren demasiado peligro, pero no sabemos si podrán correrlo algún día; de hecho, ni ellos mismos lo saben".
Para Viaña, el apoyo a los bancos, por muy impopular que sea, "es una medida totalmente necesaria. De hecho, después del crack del 29, uno de los mayores errores que cometió EEUU en 1932 fue no ayudar a los bancos. Hemos llegado a esta crisis con más conocimientos de los que teníamos en aquel momento: aprovechémoslos y no cometamos los mismos errores que entonces".
CIUDADANOS: ¿VÍCTIMAS O CÓMPLICES?
Durante estas últimas semanas, los ciudadanos estamos maldiciendo nuestra suerte además de acordarnos de la familia de los bancos, los especuladores y todos aquellos que es evidente que podrán salir más o menos indemnes de esta crisis jugando con nuestro dinero. Sin embargo, Viaña reparte responabilidades a todo el mundo: "La gente está ahora criticando a los bancos y a los especuladores y los acusa de su situación económica", pero "todos tenemos que asumir nuestra parte de culpa (...) mientras la situación económica fue buena, todos jugamos a ser especuladores. Quizá los empresarios revalorizaron mucha riqueza, pero los ciudadanos de a pie también: hubo muchas personas que invirtieron dinero en bolsa, que compraron pisos para intentar venderlos por el doble cinco años después... todos hemos jugado a ser ricos y todos hemos especulado". (...) "Los ciudadanos hemos creído que la buena situación económica iba a durar eternamente y nos hemos puesto a jugar con nuestro dinero". Incluso en ocasiones hemos jugado con dinero que ni teníamos: "El sistema ha hecho que nos pongamos a vivir por encima de nuestras posibilidades: nos hemos hipotecado, hemos comprado coches, hemos invertido en bolsa... hemos jugado con unos bienes artificiales y con un dinero que en realidad no teníamos. Durante un tiempo esto fue bueno, ya que la salud económica era muy buena, pero ahora la situación ha cambiado y la gente se está dando cuenta de que ha perdido un dinero que ni siquiera tenía".
Más allá del pequeño especulador que reside dentro de cada ciudadano, Viaña hace una llamada a la mediana tranquilidad hacia las familias hipotecadas: "El Banco Central Europeo no va a seguir subiendo los tipos de interés". La última subida fue en junio, pero ahora "no es seguro que no vayan a subir, pero es muy improbable, con lo que las hipotecas no deberían subir más".
LOS ERE, PROPIOS DE EMPRESAS "TRADICIONALES Y POCO EMPRENDEDORAS"
Dada la situación en que nos encontramos, son muchas las empresas que están acudiendo a los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) para despedir a parte de su plantilla e intentar conservar, de este modo, la posibilidad de no perder dinero. Viaña ve "más o menos normal" que una empresa tenga que recurrir, en ocasiones, a despedir trabajadores para seguir siendo competitiva. Sin embargo, considera que estas empresas "representan un modelo muy tradicional y muy poco emprendedor" (...) "Un empresario siempre ha sido una persona emprendedora e imaginativa que, en tiempos de crisis, ha recurrido a soluciones que pasen por rebajar los costes sin tener que despedir a sus empleados". No obstante, "ahora mismo la mayoría de las empresas están ancladas en modelos muy tradicionales de funcionamiento empresarial, son muy poco imaginativas, de modo que ante la menor crisis se ponen a despedir a gente". (...)
Sin embargo, una gran parte de los empresarios sí que aprovechan las crisis y ven en ellas una oportunidad: "Hay muchos empresarios que exageran las crisis para despedir a más empleados de los que tendría que despedir y ponen la crisis como excusa".
P.D.: Este reportaje se ha publicado entero hoy en El Día de Ciudad Real. En la web sólo viene la primera parte.
P.D.2: Y si queréis más información, los compañeros de Lanza también publicaban ayer una entrevista a Viaña.
#MockingGod, burlándose de Dios
Hace 23 minutos
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