Hace varios meses contábamos por aquí que el Ayuntamiento de Ciudad Real había aprobado un desembolso de 68.000 euros para reformar el despacho de la alcaldesa, Rosa Romero. Por aquel entonces, los seres mortales e inferiores nos preguntábamos qué c_oj_n_s iban a hacer con esos 68.000 euros y qué mastodónticas y majestuosas obras le esperarían al despacho de Rosa Romero (que por cierto, por aquellos tiempos dijo que no tenía aire acondicionado. Habráse visto...).

Aunque suponemos que el despacho ya habrá experimentado cientos y cientos de reformas que no conocemos y de las cuales no se nos informa, sí que en los últimos días hemos caído en una que sí es visible gracias a la afición que tiene la alcaldesa a hacerse fotos cada vez que alguien pisa su despacho. Busquen las diferencias:

Despacho de Rosa Romero el 3 de diciembre de 2008:



Despacho de Rosa Romero el 21 de enero de 2009:



Como vemos, la regente culiparda ha sustituido su antigua y sobria mesa ¿marrón? por una mucho más molona, con un cristalito transparente que permite a sus invitados verse los calcetines cuando se sientan y los pantalones ceden. También ha cambiado las tristes sillas de antes por un silloncete la mar de majo y otras sillas que nada tienen que envidiarle. Todo ello enmarcado dentro de una innegable sensación de modernidad e innovación regente.

Al menos vemos que Rosa Romero se ha deshecho de esas "cortinas del año la pera" (gracias por la definición, S) que tanto daño hacían a la vista de los periodistas cuando su gabinete de prensa nos mandaba las fotos de sus reuniones. La verdad es que servidor habría sacado 68.000 euros de su bolsillo sólo para que la alcaldesa se deshiciese de eso. Bueno, mejor no demos ideas.

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