Un comunicante anónimo ha hecho llegar a nuestra redacción una viñeta que podría haber sido censurada en un conocido y prestigioso medio de comunicación de nuestra provincia. Juzguen ustedes si los trazos que aquí mostramos son un claro ejemplo de apología del terrorismo, de exaltación xenófoba, de sexismo ultrajante, de flagrante atentado contra nuestros derechos constitucionalmente adquiridos, o de pornográfica y explícita obscenidad, como para que nuestros ojos y conciencia no puedan soportar la mera contemplación de formas y colores de una humorística realidad engendrados por la mano del genial autor.

Lo de menos, sinceramente, es la viñeta. Es sólo un episodio más del abuso absurdo y tiránico que perpetran impúdicos determinados poderes, independientemente de su color, sobre uno de los pilares más básicos que sustentan nuestra corrupta y ‘catetizada’ democracia local, provincial y regional.

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