Ayer leía en la página web del Ayuntamiento de Ciudad Real las medidas aprobadas por su Junta de Gobierno (que, por cierto, parece que ya se ha animado a hacer público siempre a qué empresas les adjudica las obras municipales).

Leyendo las distintas acciones llevadas a cabo me llamaba la atención una: la petición a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha de una subvención de 12.528 euros para el desarrollo del programa ‘Kanguras’. Según la nota de prensa, el portavoz del Ayuntamiento, Francisco Cañizares, dijo lo siguiente al respecto de esta subvención: "El año pasado se solicitó y nos lo denegaron, pero nosotros insistimos porque nos interesa poner en marcha este programa".

Curiosa la declaración de Cañizares, que parece querer dejar claro que, a pesar de las negativas de la Junta, el Consistorio culipardo, embargado por su deseo de hacer una vida más feliz y cómoda para los ciudadrealeños, no cesará en su empeño por construir un mundo más bonito, mal que le pese a la Junta. Si nos damos una vuelta por la prensa local, encontramos que en El Día recogen también lo declarado por Cañizares, aunque añaden un acertado detalle: "Cañizares recordó que el año pasado el Ayuntamiento lo solicitó, ante la insistencia del Grupo Municipal Socialista, pero no le fue concedido".

Desconozco si Cañizares haría alusión en su comparecencia ante los medios de la insistencia del grupo socialista, pero desde luego la web del Ayuntamiento no recoge esa apreciación. Y debería hacerlo, ya que el archivo no perdona. A principios del año pasado, concretamente el 29 de enero, el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento presentaba los presupuestos de 2008, que rondaban los 80 millones de euros. El 6 de febrero, el Grupo Municipal Socialista presentó un total de 218 enmiendas que podéis ver con detalle en la imagen que acompaña a estas líneas (pincha para ampliar). Entre esas enmiendas, que no estaban contempladas en los presupuestos presentados por el PP, se incluía, como podéis ver, el programa Kanguras. El PSOE criticó que el Ayuntamiento no incluyese este programa en el presupuesto; la crítica estaba motivada no sólo por el supuesto beneficio social de este programa, sino porque, según los socialistas, el 90% de los gastos podrían correr a cargo del Instituto de la Mujer.

Así las cosas, el Ayuntamiento acabó incluyendo este programa y pidió la subvención a la Junta, aunque ésta no se la concedió, una no concesión que provocó el enfado de la concejala de Bienestar Social, Amparo Messía, que compareció ante los medios para informar de ello y criticar duramente a la Junta. Pero sus dardos no sólo se dirigieron hacia la Junta, sino que al día siguiente llamó a cierto medio de comunicación para cargar contra cierto periodista, que al contar su comparecencia no sólo recogió las críticas de la concejala a la Junta, sino que también quiso recordar que el Ayuntamiento había desestimado en un principio apostar por ese programa y que, una vez resuelta la no concesión, el Consistorio tendría que sacar de su bolsillo los 30.000 euros que costaba el programa si quería llevarlo a cabo.

Parece que este año el Ayuntamiento de Ciudad Real ha tomado nota y ha decidido hacer las cosas bien desde el principio. Esperemos que también decida hacer las cosas bien cuando informe a los ciudadanos en sus notas de prensa.