Es el reino de las chonis, el triunfo de los alaridos, de los histerismos. La ciudad está tomada por ellas y el cine español ondea la bandera blanca de la derrota: ellas mandan y los actores de la tele triunfan. En fin de semana de locura, centenares de chonis (inconfundibles: raya de ojos, móviles superguays, gafas fashion de sol, aire a la Juani, capacidad increíble para gritar) han convertido Málaga en su imperio y han arrasado allá por donde han querido.
(...)
En 2008 Miguel Ángel Silvestre (el Duque) sufrió la rotura de tres camisetas y vio cómo echaban abajo el cierre metálico de un restaurante en el que cenaba. Las chonis no entienden ni de respeto ni de peligros: se tiran sobre coches en marcha, golpean sus ventanillas, han decidido que nadie se interpone en su camino. La puerta del hotel está permanentemente tomada por unas 300 niñas (bastantes acompañadas por sus madres) y cada vez que sale o entra alguien se alcanza el paroxismo.
(...)
Mario Casas -el rey de 2009- ha decidido dejarse querer. En la alfombra roja, tanto el día de inauguración del certamen (viernes) como en el pase oficial de su filme (el sábado), Casas arrasó. Rodeado de casi 2.000 adolescentes al borde del histerismo colectivo, se dedicó a fotografiarse, a arrodillarse para agradecer el cariño de ellas. Y ellas se vuelcan con él, y odian a quienes les apartan de su ídolo. El primer día, la jefa de prensa que le acompañaba a la gala en el coche oficial fue recibida al grito de "¡¡¡Zorra, zorra!!!" por bajar del mismo vehículo que Casas.

Más en este reportaje de El País que me recuerda a un vídeo que vi hace varios años. Atención a la forma en que reciben las fans de Santa Justa Klan a Teté (Los Serrano) cuando se acerca al chico al que gritan: