Desde que se popularizó el uso masivo de internet, distintos gobiernos y entidades de todo tipo se han debatido entre las libertades que ofrece la Red y la prohibición de estas mismas libertades. Así, las distintas plataformas tienen que decidir a menudo entre apostar por la libertad cibernética o ceder –en mayor o menor grado- a las presiones que sufren a diario.

Un caso curioso es el de YouTube, que, a lo largo de toda su existencia, nos ha dado la de cal y la de arena, mostrando actuaciones acordes a la libertad en la Red al mismo tiempo que censuraba contenidos o cedía a presiones externas. He aquí dos ejemplos:

1.-Política. En cuestiones políticas, YouTube ha sido, junto con Twitter, la plataforma elegida por los internautas para esquivar la censura iraní y narrar en tiempo casi real todos los conflictos que están aconteciendo en el país. De hecho, hace muy poco que YouTube ha creado el canal Citizen Tube, que acoge diversos vídeos de ciudadanos que viven los conflictos a pie de calle. Sin embargo, esta valentía de Google contrasta con las presiones que recibe del Gobierno chino, ante el que en ocasiones cede. No han sido pocas las veces que YouTube ha sido bloqueado en China por vídeos de la policía china agrediendo violentamente a manifestantes tibetanos o el vídeo de los pesqueros chinos y el buque estadounidense. Además, el Gobierno de este país también ha exigido a Google, el padre de YouTube, que modifique los parámetros en su país para que los ciudadanos chinos no puedan acceder, entre otras cosas, a contenido pornográfico.

2.-Sociedad. En cuanto a temas de sociedad, las decisiones de Google también han sido muy polémicas. Como botón de muestra podemos hablar de la eliminación del vídeo de ‘Margot’, una canción del grupo de música Pereza, que mostraba a una mujer masturbándose. Esta canción fue eliminada de YouTube, aunque buscando con un poco de ingenio se puede encontrar. Para suprimir este vídeo, YouTube aludió a la necesidad de proteger la Red y de no mostrar contenidos obscenos. Sin embargo, a diario puede verse en YouTube vídeos de peleas callejeras y agresiones cuyos detalles son evidentes y dejan poco a la imaginación, por no hablar incluso de ejecuciones públicas de presos en la horca en algunos países. No hace falta decir que estos contenidos están prohibidos por las Normas de la Comunidad, pero ahí siguen. Unos contenidos que aquí no vamos a enlazar por motivos obvios, pero que son más fáciles de encontrar que el vídeo de Pereza.

Así pues, encontramos unas llamativas contradicciones que YouTube deberá solucionar con el tiempo si no quiere ser juzgado con un doble rasero, que iría acorde a su doble moral.

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Por cierto, resulta que a Pablo Soto lo juzgaron intentando mostrarlo como culpable del uso que hacía la gente de la tecnología que él desarrollaba. Ahora hemos sabido que Nokia Siemens vendió a Irán una tecnología para controlar las comunicaciones. ¿Qué hay de eso?