Parece que al final ha habido concesiones, aunque éstas sólo consuelen a unos pocos. Los trabajadores de La Tribuna comenzaban el miércoles de la semana pasada una serie de huelgas para protestar por el ERE que la empresa había presentado ante la Consejería de Trabajo y con el que pretendía despedir a 17 trabajadores, que constituyen cerca del 50% de la plantilla actual.

La segunda jornada de huelga fue en Toledo, donde los trabajadores de La Tribuna de Ciudad Real y La Tribuna de Puertollano se juntaron con otras cabeceras de la región. Ésta sería la última convocatoria de huelga, ya que este miércoles los enlaces sindicales llegaban a un acuerdo con la empresa.

Finalmente no serán 17 las personas despedidas, sino 11. Además, a dos trabajadores despedidos se les ofrecerá la oportunidad de reincorporarse a la empresa de forma inmediata, aunque con una reducción de jornada. Por otro lado, también se ofrece a los trabajadores que así lo deseen adscribirse al ERE. Todas estas noticias han sido acogidas por la plantilla con un encontronazo de sensaciones: dulce por el recorte de despidos, pero agria porque éstos no desaparecen.

El tenso clima que se ha vivido en las últimas semanas no ha desaparecido, ya que algunos trabajadores no comparten los criterios seguidos a la hora de seleccionar los despidos y se temen un aumento considerable del trabajo cuando se trabaje aún con menos personal.