El soldado Bradley Manning aún no ha sido juzgado, pero ya paga su condena. El hombre que supuestamente filtró toneladas de documentos secretos a Wikileaks lleva más de 200 días encerrado en una celda de 3,6 metros de largo por 1,8 metros de ancho; pruebe a calcular el espacio sobre el suelo, es un cuarto mas pequeño que una plaza de garaje. Manning está obligado a dormir completamente desnudo. No tiene sábanas, no tiene almohada. Sólo una manta, con la que tiene prohibido taparse la cabeza. No tiene intimidad, una cámara lo vigila permanentemente. La luz de la celda nunca se apaga, no hay gran diferencia entre el día y la noche, pero el prisionero no tiene permiso para dormir de cinco de la mañana a ocho de la tarde. Si se duerme a deshora, los vigilantes tienen órdenes de entrar para despertarlo. A las cinco de la mañana, suena una sirena y Manning tiene que permanecer desnudo frente a la puerta de la celda, con las piernas separas y las manos en la espalda, hasta que los guardias hacen el recuento. Sólo sale de su celda una hora al día. Puede andar por el patio de la prisión, pero tiene prohibido correr.

Más en este artículo de Nacho Escolar.