Estimados señores, señoras, jóvenes, niños, mayores, empleados, desempleados, políticos, faranduleros, heterosexuales, homosexuales. En definitiva, estimados españoles:

Mi nombre es Paulino Cubero. De entrada seguro que no me conocen por mi nombre, aunque si les digo que soy "ese parado de 52 años" ya saben quién soy. En efecto, soy el compositor de esa letra que por primera vez ha conseguido unir a todos los españoles, ya que a ninguno le gusta: cursi, franquista, previsible, autoritaria... en fin, cojan cada uno el adjetivo que más les guste (o el que más les enerve).

Durante estos días he sido sometido a un ejercicio de desprecio y escarnio que, si me permiten la osadía al opinar, cuanto menos me parece cruel e injusto. ¿Qué quieren que les diga? Escribí esa letra con todo mi corazón, poniendo el alma en todas y cada unas de las palabras que, para mí, reflejan lo más sentido de nuestro país. Mi letra refleja la pluralidad de las 'distintas voces' que, aún así, se unen en 'un solo corazón'; un 'himno de hermandad' que acoge la variedad geográfica que nos lleva 'desde los verdes valles al inmenso mar'. El que he escrito es un himno a todos esos 'pueblos en libertad' (catalanes, vascos, madrileños, valencianos, pero también ecuatorianos, magrebíes, chinos y ucranianos), a los que nuestra patria no sólo acoge sino que además 'abraza'. Y serán estos pueblos los que, a mi parecer, y conviviendo en 'democracia y paz', darán a España la 'justicia y grandeza' que siempre ha merecido. Así es como yo siento mi patria.

Como ven, ésta es mi visión subjetiva de España, una visión que podrán compartir o no, pero el solo hecho de haberse gestado en el corazón de un españolito medianamente orgulloso de serlo debería, al menos, invocar un mínimo de respeto. Sin embargo, la mayoría de ustedes se han lanzado a mi yugular sin ningún tipo de compasión, sin ningún tipo de justicia, y no sólo han criticado maleducadamente mi letra, sino que además me han dedicado piropos de todo tipo y me han humillado hasta decir basta. Puedo comprender que mi letra no les guste, pero sólo les pido que al menos me respeten a mí y no se limiten a decir que "la letra es una mierda" y que "el manchego ése debería buscarse un trabajo y dejar de escribir himnos".

Además, ¡que ya me he hartado, hombre! ¿qué coño se piensan que es un himno? pues una sosería como la copa de un pino, qué va a ser si no. ¿Se han parado a ver la letra de otros himnos? ¿qué dirían si nuestro himno cantase "Dios salve a nuestro Rey"? ¿qué diría la izquierda laica? ¿acaso prefieren que contenga sentencias como "a las armas, ciudadanos" o "mujeres españolas y vinos españoles"? ¿qué dirían los pacifistas y las feministas?

¿Qué coño esperaban? ¿una letra que dijese algo? ¿realmente querían una letra que dijese algo? ¿creen de verdad que se habrían puesto todos de acuerdo al elegirla? Perdonen que les diga, pero con mi letra de mierda les he ahorrado unos cuantos meses (más) de absurdas discusiones en el Congreso sobre si España es una nación, un pueblo, una nación de naciones o el patio de mi casa. Permítanme también que les diga que otras personas a las que ustedes tanto veneran han propuesto unas letras tan estúpidas como la mía: ¿acaso la de Joaquín Sabina es mejor? "Pan amasado con fe y dignidad...", ¿qué mierda es ésa?

La mayoría de las descalificaciones que he sufrido estos días han llegado desde los medios de comunicación, aunque, si les digo la verdad, no sé hasta qué punto tomarme en serio las críticas de unos señores que todo el trabajo que hicieron al respecto fue sacar una cámara a la calle y poner a todo quisqui a cantar el nuevo himno o, en su defecto, el chunda chunda como imbéciles. No me extraña que los periodistas se quejen de su salario; con el arduo y sesudo trabajo que realizan deberían cobrar mucho, muchísimo más. Os habéis ganado el sueldo, chicos.

También los políticos me han criticado. Esos miserables sátrapas, que les tienen a ustedes entretenidos con absurdos debates sobre la letra del himno español para que no se paren a pensar en sus intolerables subidas de precios o en sus absurdas manifestaciones con obispos. Ahora mismo deben de estar limpiándose el sudor al darse cuenta de que con mi letra de mierda ustedes se han olvidado de que ellos los putean a diario.

Y, por último, ustedes, ciudadanos a pie de calle, españolitos algunos y eternos opinadores todos. Me hace gracia que lo que todo el mundo sepa de mí es que estoy parado, y es que, a juzgar por el tiempo que están dedicando a este tema, más bien son ustedes los que parecen no tener empleo. ¿De verdad pretenden hacerme creer que la letra del himno nacional les importa un carajo? ¿Me aseguran que dentro de dos meses seguirán hablando de este tema si los políticos dejan de dar coba? ¿Realmente les preocupa tanto este asunto? ¿O se olvidarán de él cuando pongan en la tele los próximos castings de Tú sí que vales, Tienes talento, Fama, Supermodelo, Factor X y Gran Hermano? Desde luego, no me extraña que no les guste la letra que he compuesto, ya que ustedes no son, ni por asomo, las personas que yo imaginé en mi idílica visión de España.

Por mí pueden tararear el himno de España haciendo ruidos de pedorretas, que así no habrá problemas con la letra.