Hace ya muchos años (¿cuatro? ¿cinco?) que Andreu Buenafuente copa la noche de Antena 3, y muchos más los que estuvo en TV3. Tanto el público como los medios lo consideraron siempre un competidor de Crónicas Marcianas y así fue hasta que Xavier Sardá abandonó la televisión y dio vía libre a Buenafuente, del que siempre se ha dicho que tiene un estilo muy similar al de su compatriota.

Sin embargo, siempre hubo una diferencia básica entre Sardá y Buenafuente: la explotación de lo que vende. Sardá nos acostumbró a una tónica mediante la que explotó a todos sus personajes hasta que ellos mismos dejaron de ser productivos: así pasó con Galindo, Mariano Mariano o el malogrado Carlos Latre, quienes hicieron un trabajo excepcional pero murieron debido a la explotación a la que los sometió Sardá, que los acabó convirtiendo en personajes vendidos y requetevendidos hasta el hartazgo y sin posibilidad de desarrollar otras facetas en el futuro.

Y esto es algo que nunca se podrá decir de Buenafuente. Nos guste o no su programa, lo cierto es que este catalán no se ha endiosado tanto como Sardá y siempre ha sabido ver cuándo uno de sus personajes corría el peligro de resultar cansino y afectar a la reputación y simpatía televisiva del propio Buenafuente, que no sólo ha ido renovando a los personajes sino que incluso ha dotado a los actores de diversas facetas. Ya en TV3 triunfó el personaje de 'El gilipollas', que no duró demasiado en el programa; también en TV3 empezó la colaboración de Santi Millán, cuya faceta guapo-simpática parecía que le eternizaría frente a la pantalla, pero tampoco fue así. El primer personaje verdaderamente grande que salió de Buenafuente fue el Neng, que supuso una verdadera revolución a pie de calle con su consabido grito de guerra. Pues bien, una vez empezada la segunda temporada, Buenafuente, en forma de sketch, ya le dijo al Neng que esa temporada tendría que esforzarse por hacer algo más que lanzar ese grito. La cosa no fue mal, pero cuando el Neng empezó a decaer, Buenafuente lo retiró inmediatamente y siguió dando una infinidad de personajes a ese mago del humor que es Edu Soto. Pero el Neng no fue el único: también 'La niña de Shrek' o Santi Clima tuvieron su rápido momento de gloria, pero no duraron más allá de una temporada.

La última creación de Buenafuente fue Rodolfo Chiquilicuatre, un personaje que, de entrada, demostró que la versatilidad del actor David Fernández iba mucho más allá de encasillarse en 'El gilipollas' o Santi Clima. Rodolfo Chiquilicuatre, como sabéis, supuso una revolución mucho mayor que la del Neng: no sólo consiguió participar en el Festival de Eurovisión, sino que, con este personaje, Buenafuente y El Terrat consiguieron reírse al unísono de todos nosotros y del propio festival a la vez que se forraban con las innumerables campañas de publicidad.

Tal vez cabría esperar que la figura del Chiquilicuatre se eternizaría hasta llegar al hartazgo más absoluto, pero no será así: esta noche, apenas unas semanas después de celebrarse el Festival de Eurovisión, Buenafuente le mostrará la puerta a Rodolfo Chiquilicuatre, que nunca más aparecerá en el programa. Tras de sí, este personaje habrá dejado una millonada para Buenafuente, quien ha demostrado saber sacar partido a todos sus personajes y que, sobre todo, sabe cuándo parar para reciclar su programa y no cuestionar demasiado la paciencia de los espectadores.

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