Mucho (muchísimo) se está hablando estos días del tema de la Banda Municipal de Ciudad Real. Algunos de los que pasáis por aquí criticáis a Lydia Reyero, otros a la propia banda... de forma totalmente personal me gustaría exponer algunas cosas, sobre todo en cuanto a la actitud de Lydia Reyero, de la que hago dos lecturas:

Lectura positiva
De entrada, y como ya dije en una postdata del otro artículo, sorprende, y mucho, que en Ciudad Real no exista una Banda Municipal como tal; es decir, el método que ha seguido siempre el Ayuntamiento es firmar un convenio (renovado cada año) con la Agrupación Musical de Ciudad Real, que era la encargada de formar la banda que actuaría como municipal. Sobre el papel, por tanto, la Banda Municipal sería totalmente privada, pero durante estos más de 30 años siempre se ha movido entre lo público y lo privado. Como digo, sobre el papel no era público (no son funcionarios), pero en el resto de aspectos, como si lo fuera. También sorprende bastante que desde hace cerca de treinta años (quien sepa los años exactos que me corrija) el Ayuntamiento firme cada año un convenio con la Agrupación Musical por una cantidad de dinero francamente alucinante y que este año alcanza los 120.000 euros anuales. Teniendo en cuenta que, con los años, el papel de las Bandas Municipales de las localidades ha ido decreciendo y cada vez se toca menos, este dinero parece algo exagerado.

A la Banda, ese dinero se le va abonando mensualmente, con lo cual perciben cerca de 10.000 euros mensuales (aunque creo que, en la práctica, el abono efectivo ronda los 8.000). Hace poco, en una rueda de prensa, le preguntaban a Lydia Reyero si la contratación de la Banda Municipal de Carrión (para los conciertos) y la Asociación Musical Santo Tomás de Villanueva (para las procesiones) no estaba suponiendo un gasto extra para el Ayuntamiento. Es obvio que no, ya que durante los meses que la Banda está parada, el Ayuntamiento no les está ingresando dinero, y esos cerca de 8.000 euros mensuales dan para mucho. Vamos, que no sólo no se están gastando más dinero, sino que, de hecho, el Ayuntamiento está ahorrando.

Muchos habéis criticado que Lydia Reyero se haya metido en los asuntos de una asociación privada sin que nadie la haya llamado, y es aquí donde servidor le dará a la concejala su parte de razón y, sobre todo, de mérito. Desde hace siglos, el Ayuntamiento de Ciudad Real y su Concejalía de Cultura vienen siguiendo una práctica de subvenciones un tanto mafiosa y basada en el amiguismo. En vez de repartir la mayor parte del dinero destinado a subvenciones mediante concurrencia competitiva (es decir, presentación de unos proyectos que serán valorados según a unos criterios y méritos), el Ayuntamiento ha estado firmando a troche y moche convenios o subvenciones nominales, basados en cómo de bien sepas venderle a un concejal tu proyecto y sepas estar encima de él hasta que te lo financie. Pero no sólo eso, sino que, de hecho, el Ayuntamiento firmaba convenios por unas cantidades de dinero exageradísimas a colectivos a los que de ningún modo les pedía facturas ni contraprestación alguna. La figura subvencionadora del convenio nominal es legítima y está recogida en la Ley de Subvenciones, pero estos convenios, además de darse con mucha cautela y precaución, no han de ser la tónica predominante del reparto de dinero, cuya gran parte ha de repartirse mediante concurrencia competitiva. Pues bien, en cuanto Lydia Reyero llegó a la Concejalía, desde algunos colectivos, especialmente el Círculo de Bellas Artes de Ciudad Real, se le recordó lo cancerígeno de este tipo de convenios, que no sólo venían siendo concedidos por puro amiguismo sino que además no se pedía ningún tipo de justificación del dinero que se entregaba. Así, la concejala se marcó como una de sus metas revisar estos convenios (sobre todo revisar la asignación económica), ver si había que eliminar alguno y, por los que se mantuviesen, empezar a pedir una "contraprestación cultural" (palabras de la propia Lydia Reyero que nunca llegué a entender demasiado bien).

El convenio con la Banda Municipal (de nada menos que 120.000 euros anuales, repito) es uno de los que más sorprende, más aún si tenemos en cuenta que, por ejemplo, el dinero de subvenciones de concurrencia competitiva que la Concejalía dará a las asociaciones culturales de Ciudad Real este año apenas va a superar los 30.000 euros (¡a repartir entre todas las asociaciones!). Y el hecho de que Lydia Reyero se proponga poner un orden en los anquilosados convenios y revisar quién los merece y quién no, me vais a permitir que os diga que a un servidor le parece excelente, meritorio y de una valentía tremenda. Bien sabéis que con los anteriores concejales de Cultura, expertos en amiguismos, esto no habría pasado, con lo que es de agradecer que haya llegado a la Concejalía una persona dispuesta a no dejar que la Concejalía siga siendo la casa de Tócame Roque.

Lectura negativa:
Las críticas de por qué la concejala se ha metido en los asuntos de la Banda se responden fácilmente asegurando que, como todos sabéis, la Banda muchas veces se ha movido peligrosamente entre lo público y lo privado. Y ya que la Banda cobra esa pasta del Ayuntamiento (que durante todos estos años ha sido un experto en mirar para otro lado en temas de alojamientos, dietas..), la concejala quiso poder estar al tanto de lo que sucedía dentro de ella. Su primer error quizá fue ése, ya que precisamente se metió donde, efectivamente, nadie la llamaba. Lo mejor habría sido que la Concejalía convocase cada año (o cada equis años) a los diferentes colectivos que quisiesen hacerse cargo de la Banda para que hiciesen un concurso de méritos. Me diréis que esto, sobre el papel, es así (y de hecho es más que probable que este año el convenio no se firme con la Agrupación Musical, sino con la Asociación Cultural Banda de Música de Ciudad Real), pero de sobra sabéis que nunca ha sido así. ¿Qué habría pasado si Lydia Reyero, a principios de año, no hubiese dado por hecho que la Agrupación Musical se encargaría de la Banda y hubiese convocado un concurso público? Se la habrían comido con patatas.

Otro error de la concejala, sin duda el que sería más grave, es el supuesto amiguismo del que se le acusa. Y es que, si fuese verdad que Reyero es íntima amiga de José Alfonso y por tanto se ha empecinado en meterlo en la Banda, habría cometido un tremendo error (y chanchullo) y habría chocado con su propia voluntad de acabar con los amiguismos, llevando a cabo una actitud totalmente hipócrita.

En cualquier caso, la "intromisión" de Lydia Reyero en la Banda Municipal es casi más una buena noticia que una mala, aunque el tiempo nos dirá si en esta intromisión ha llevado a cabo prácticas poco recomendables, poco éticas y, por qué no, totalmente deleznables.

P.D.: Con este artículo respondo a muchos (o a uno) de los que habéis dejado comentarios cuestionando que no mencione los supuestos chanchullos de la Banda. No os respondí en su momento porque estaba preparando este artículo, con el que creo que quedáis más o menos respondidos.

P.D.2: Aquí podéis leer la nota de prensa que ha mandado el PSOE de Ciudad Real (sí, aunque no lo parezca, en Ciudad Real existe un grupo del PSOE) al hilo del tema de la Banda. Es gracioso (repugnante, más bien) que unos señores que llevan años echados la siesta hagan semejante patochada declarativa. Sorprende sobre todo cuando dicen: "Estaremos muy atentos a todas las condiciones que la señora concejala imponga en la firma de convenios futuros, y por supuesto, estaremos más atentos que nunca a la distribución de subvenciones". Qué curioso, yo pensaba que su deber era haber estado pendientes desde el principio. En cuanto a la distribución de subvenciones, no tienen que irse a buscar a ningún escondrijo: en los presupuestos de 2008 ya vienen incluidos los convenios. Yo tengo una copia en mi casa; si quieren se lo mando por email y así se ahorran el trabajo de búsqueda y captura.

ACTUALIZACIÓN 3 DE AGOSTO:
Más gente empieza a posicionarse:

- artículo de Alberto Muñoz Arenas

- artículo del Círculo de Bellas Artes. Como alguna gente estará deseando saltar, ya me adelanto yo a decir que Alberto Muñoz Arenas es el presidente del Círculo, pero no se trata de un bombardeo de artículos: habrá que suponer que el artículo firmado por él mismo sólo lo representa a él mismo, mientras que el otro representa a todo el Círculo.

- También Francisca Quesada, miembro de la Banda Municipal, ha mandado una carta al director (no sé si a Lanza, que es donde lo vi yo, o a todos) criticando la actitud de Lydia Reyero. No encuentro ningún enlace; si alguien lo tiene y lo quiere escanear, que me lo pase y lo cuelgo aquí.


Compartir: Agregar a Technorati Agregar a Del.icio.us Agregar a DiggIt! Agregar a Yahoo! Agregar a Google Agregar a Meneame Agregar a Furl Agregar a Reddit Agregar a Magnolia Agregar a Blinklist Agregar a Blogmarks