Cuando no queremos que nuestro hijo vaya a jugar al parque con malas compañías, se lo decimos hasta la saciedad, un proceso totalmente contraproducente que consigue que nuestro hijo haga exactamente lo contrario de lo que le hemos ordenado.

Cuando tenemos pareja, le prohibimos salir cualquier noche sin nosotros y juntarse con personas que le puedan atraer, un proceso con el que conseguimos que nuestra pareja nos ponga los cuernos en cuanto pueda.

En China pasa algo parecido. Siempre hemos pensado que los chinos se pasan el día cámara en mano porque son unos amantes de la tecnología y unos curiosos, pero ahora sabemos que en realidad lo hacen porque lo de usar la cámara en China está más bien complicadillo.

P.D.: No se confundan: lo único que se ve en el vídeo es a un turista que hace algunas fotos a los gendarmes chinos. Éstos, encantadísimos con la idea, le piden al turista que les enseñe las fotos para ver qué tal han salido. Y tan guapos deben de haber salido que se lo llevan con él para poder descargar directamente las fotos en el portátil y el turista se ahorre tener que mandárselas por email. Si ustedes creen que en el vídeo pasa otra cosa, es porque se estarán liando con el idioma.

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