Antes de nada, una puntualización: No me defiendo de una acusación de plagio. Primero, por que no se me acusa, se me señala en diferentes medios de comunicación. Una acusación debería ser interpuesta ante tribunales pertinentes. Segundo, un plagio, es algo perfectamente legislado por leyes interpuestas por órganos de gestión como SGAE y demás defensores de los derechos intelectuales. Existen pautas que determinan claramente dónde existe y dónde no.

Ante las inadecuadas palabras escritas contra mi persona y mi trabajo los últimos días, me he visto en la necesidad de corresponder con mi punto de vista, que creo, es el de muchos creadores en diferentes ámbitos de la cultura.

Soy consciente del mundo en el que vivimos, y no es la primera vez que, tristemente veo como medios de comunicación se entusiasman ante la noticia de que me bajo de un escenario, después de ignorar (tantas veces) las dos mil que me he subido en mi vida o los más de veinte discos que he publicado; o que se frotan las manos cuando un colega (vuestro, no mío) dice en un artículo, que dicen que alguien oyó. Triste, pero cierto.

No voy a negar que haya utilizado dos frases de Casariego (grandísimo poeta, por cierto) extraídas de dos poemarios. Igual que utilizo mi libreta para apuntar comentarios realizados a altas horas de la noche, frases de Humprey Bogart en películas de cine negro, extractos de la sección de sucesos, titulares simpáticos de periódicos económicos, conversaciones privadas o panfletos publicitarios. (...)

Más en esta carta, en la que Enrique Bunbury se defiende de quienes lo tachan de haber plagiado dos versos del poeta Pedro Casariego en su canción 'El hombre delgado que no flaqueará jamás':



P.D.: Por cierto, que esta noticia sale el mismo día que se filtra, La ley innata, el nuevo disco de Extremoduro.

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