¿Eres un político que ha realizado adjudicaciones de dudosa legalidad? ¿Tu empresa ha presentado suspensión de pagos a pesar de que estás forrado? ¿Tu relación con las leyes es un poco complicada? Y dime, ¿no estás harto de que internet se llene de comentarios de indeseables pajilleros que ponen en duda tu indudable honorabilidad? No te preocupes, porque ahora puedes lavar tu imagen sin tener que recurrir a Urdaci.

Hace poco leía que el Observatorio de Internet ha puesto en marcha un nuevo servicio para sus clientes consistente en 'limpiar' la mala imagen que éstos puedan tener en la Red. Este servicio, denominado Identidad Legítima, pretende ayudar a empresarios, políticos o demás agentes a lavar su imagen en internet y tapar las informaciones negativas que puedan circular sobre él por ahí.

Y, ¿cómo se hace? Se trata de inundar la Red de valoraciones e informaciones positivas acerca del afectado en cuestión. Blogs personales, páginas web corporativas, nuevos perfiles de identidad... una serie de servicios que no sólo se situarán en internet, sino que además serán colocados y estructurados de tal forma que en poco tiempo estos espacios copen las primeras entradas que un buscador tenga acerca del sujeto. De este modo, las informaciones negativas sobre el sujeto irán más atrás y se situarán (más o menos) a partir de la segunda página del buscador, a la que sólo accede un reducidísimo número de personas cuando hace una búsqueda. Todo esto por un precio que oscila entre los 500 y los 6.000 euros y una duración del servicio de entre un mes y un año y medio.

Cierto es que muchos personajes de la vida pública a veces suelen sufrir suplantaciones de personalidad en internet, y bajo esta perspectiva podría verse de forma positiva un servicio como el que ofrece el Observatorio de Internet. Sin embargo, más cierto es aún que este servicio huele a censura previa que atufa, por varios motivos.

En primer lugar, porque éste será un estupendo servicio para todos aquellos empresarios y políticos de dudosa reputación (y todos conocemos bastantes ejemplos) que quieran que toda la información negativa sobre ellos que circula por internet desaparezca por completo de internet, o, al menos, de las primeras posiciones de los buscadores. Una buena forma de limpiar tu mala imagen, efectivamente. Aunque, más que una buena forma de limpiar tu mala imagen, es una excelente forma de soterrar a los que saquen a la luz asuntos que la ensucien. Parece lo mismo, pero no lo es.

En segundo lugar, cabría también analizar también la actitud del Observatorio de Internet en todo este asunto. Y es que no parece muy práctica -o incluso ético- que una entidad que se supone pionera e innovadora en internet se dedique a bombardear la Red con una serie de contenidos para tapar otros. Este tipo de cosas es con las que conseguimos que internet sea un espacio redundante y molesto, bombardeado y lleno de contenidos basura que no aportan absolutamente nada. ¿Es eso lo que quiere una entidad como el Observatorio de Internet? Parece que sí. Además, y por desgracia, también podríamos pensar en la forma en que el Observatorio ha promocionado este servicio, que parece que tendrá un gran futuro. Y es que si nos fijamos en las fechas, apenas unos días antes de dar a conocer su servicio -oh, sorpresa-, el Observatorio emitía un informe que alertaba del aumento de injurias a personajes públicos en la Red.

Sin duda, una excelente forma de sembrar el caos y de promocionar sus servicios unos días después. Grandes estrategas, éstos del Observatorio de Internet.

P.D.: ¿Quién observa al Observatorio de Internet?