Hace un tiempo comentábamos por aquí que, con el cambio de Gobierno, Zapatero había abandonado las políticas globales para dedicarse a tapar agujeros muy concretos: colocar a González-Sinde para tratar la Ley del Cine y las descargas, a Gabilondo para el Plan Bolonia...

Uno de esos parches se ha concretado hace poco precisamente en el terreno educativo: el Gobierno dará un ordenador portátil a cada alumno de 5º de Primaria. Da igual que el alumno sepa leer a duras penas o no tenga ni puñetera idea de cómo enfrentarse a un texto, oigan, a nosotros nos han dicho que los ordenadores son buenos para la educación y p´allá que vamos.

Servidor se declara un tecnófilo e internetófilo convencido, pero si pensamos que la mejora de la educación en España va a pasar por que le demos un portátil a cada alumno, cerremos los ojos y esperemos que cuando los hayamos abierto el alumno sepa resolver ecuaciones diferenciales, mal vamos. Quizá -sólo quizá- deberíamos pensar que una mejora en la educación necesita varias reformas de fondo y a largo plazo. Pero en fin, si lo de los portátiles queda más vistoso, pues nada.

Ahora bien, supongo que los portátiles serán un Pentium con 32KB de caché y no más de 600 megas de disco duro. No sea que a los chiquillos les dé por bajarse música.