Hace dos noches, el ministro de Fomento, José Blanco, estuvo en Buenafuente concediendo una divertida y pizpireta entrevista. Entre las perlas que soltó, que fueron varias, cabe destacar su comentario al hablar del PP y el paro: "Probablemente en casa de los de derechas no hay desempleados".

Aunque podría entenderse dentro de un contexto irónico y crítico, lo cierto es que aquella frase se coló directamente en el Manual del Buen Demagogo y en la lista de ataques estúpidos, simplistas y de reducidísimo contenido gris que la derecha e izquierda se dirigen habitualmente. Entre ellos están:


- Los de derechas son unos putos fachas de mierda.

- Los de izquierdas son unos putos rojos de mierda.

- Los de derechas son unos insolidarios que no te darían agua ni aunque te viesen moribundo.

- Los de izquierdas quieren que trabajes como una mula pero que luego compartas tu patrimonio con el primer punki vomitivo que pase por allí.

- Los de derechas odian a los gays.

- Los de izquierdas quieren que nos volvamos todos maricones.

- Los de derechas matarían a los inmigrantes.

- Los de izquierdas les permiten todo a los inmigrantes pero al resto de españoles no les pasan ni una.

- Los de derechas comen niños (cuando no se los follan).


Hay una cosa curiosa. Y es que, cuando uno tiene 15 años y necesita urgentemente una identidad política, se apodera enseguida de estos tópicos para adherirse a uno u otro bando, pero en el fondo sabe que todo esto son exageraciones que no se corresponden con la realidad y que en verdad hay muchos tonos entre el blanco y el negro.

Sin embargo, una vez alcanzada una edad más o menos adulta, el ciudadano va en busca de esos tonos grises. Y es entonces cuando se da cuenta de que esas frases de chiquillo de 15 años aún siguen vigentes. Y lo peor de todo es que las pronuncian personas de 45 años. Así, uno parte de un punto creyendo que se dirige hacia otro, pero cuando llega a ese otro no tiene más remedio que volver al primero, que es el que le corresponde.

Es el efecto boomerang.

P.D.: La viñeta es del gran Palomitas y maíz.