El año pasado les contábamos por aquí que el Ayuntamiento de Ciudad Real había aprobado una ampliación de los presupuestos para afrontar diversos desembolsos económicos, entre los que se encontraba el gasto de 68.000 euros en la reforma del despacho de la alcaldesa, Rosa Romero.

Como queríamos ser testigos de estas reformas, el 21 de enero de 2009 dábamos sobrada cuenta del aire remozado, fresco, juvenil y pizpireto que venía adquiriendo el remodelado despacho. Todos nos enorgullecíamos y levantábamos bien alto la cabeza orgullosos de tener una alcaldesa contenta que empezaba, por fin, a disfrutar de un despacho cuya belleza artística sólo podía acercarse a la brillantez de su gestión política.

Pues bien: ayer supimos, gracias al Pleno, que los 68.000 euros al final se han quedado un poco cortos y que el Ayuntamiento ha aprobado una modificación de crédito para poder afrontar los gastos de reforma del despacho, que al final se han quedado en 87.500 euros. Si es que ya sabíamos todos que con 68.000 miserables euros no hay quien haga una reforma mínimamente decente. Con todo, hemos de agradecer a la sencilla Rosa Romero que, digna de un mérito y una impecable cercanía al pueblo, se haya quedado sólo en 87.500 euros, cuando todos sabemos que la reforma del despacho de tal eminencia y tan magna regente debería superar ampliamente los 200.000 ó 300.000 euros.

Pero bueno, es que estamos en crisis. Y la alcaldesa, la primera en dar ejemplo.

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