El PSOE de Andalucía está metido en un cisma interno. En 2008, y como respuesta al goteo de casos de corrupción en la región, el partido aprobó una norma que obliga a los alcaldes y concejales a publicar en Internet el saldo de sus cuentas corrientes, sus bienes patrimoniales, seguros de vida y las actividades que realizan.

Sin embargo, la mayoría de ediles no parecen muy contentos con esta medida y están intentando retrasarla, ya que no les debe de parecer muy buena idea eso de que cualquier persona pueda saber lo que ganan, dejan de ganar, tienen o dejan de tener. Así, esta nueva norma acumula un retraso de tres meses debido a que los socialistas se hacen los remolones.

Desde este blog animamos a los alcaldes y concejales del PSOE en Andalucía a que hagan públicos estos datos en favor de la ciudadanía. No porque los ciudadanos tengan derecho a conocer estos balances, sino porque tienen derecho a echarse unas risas viéndolos.

Valga como ejemplo de lo humorístico de estas cosas la declaración de bienes que hicieron hace unos meses algunos ex consejeros del Partido Popular en Caja Castilla-La Mancha. Una declaración en la que la alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero, aseguraba tener tres cuentas bancarias, pero entre ellas no llegaba a sumar una media de 2.000 euros. Resulta que cobra 58.495 euros anuales, tiene una vivienda de 90 metros cuadrados, una parcela de 1.000 metros cuadrados, participaciones en Colonial por valor de más de 2.000 euros y un plan de pensiones de 4.000 euros, pero en el banco tiene menos dinero que el ciudadano medio.

Lo dicho: si los ciudadanos castellano-manchegos nos hemos echado unas risas con estas cosas, los andaluces también tienen derecho a echárselas.