Cualquiera que siga la política castellano-manchega de cerca, sabe, de manera más o menos certera, que el presidente regional, José María Barreda, y el presidente de la Diputación de Ciudad Real, Nemesio de Lara, no tienen una relación demasiado buena. Pese a pertenecer al mismo partido, es conocido que Barreda y De Lara nunca se han llevado bien, hasta el punto de haberse contradicho el uno al otro en varias ocasiones. Cada vez que ambos coincidían en una cita, fotógrafos y camarógrafos buscaban la curiosa imagen de dos personas que, sin llevarse bien, tenían que aparentar.

Cualquiera que siga la política castellano-manchega de cerca sabe también, de manera más o menos certera, que Nemesio de Lara dista mucho del perfil ideal que ha acompañado siempre a los 'hombres fuertes' de Barreda, y que, antes o después, Barreda buscaría la forma de apartar a Nemesio de Lara de puestos de responsabilidad dentro de la región.

El pasado 24 de mayo, Barreda anunciaba la (falsa) segunda reducción de consejerías en la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que dejaba fuera a uno de los hombres fuertes de la Junta, Pepe Valverde, que abandonaba la Consejería de Presidencia. Esta noticia sorprendió a propios y extraños, pero muy poco después sabríamos que Valverde iría a parar a la Delegación de la Junta en Ciudad Real. Este anuncio hizo que propios y extraños, antes sorprendidos, comenzasen a ver el camino más llano: Barreda colocaba a Valverde en la Delegación de la Junta para anunciar, un tiempo después, que éste sería el candidato del PSOE a la alcaldía de Ciudad Real. Y así fue, aunque en el propio partido se hicieron un lío al reconocer quién había tomado esa decisión.

Sin embargo, este movimiento seguía planteando dudas: ¿Por qué Barreda daba de lado a los actuales concejales socialistas y colocaba a alguien de la Junta cuya presencia no era precisamente fresca ni renovadora? Y, sobre todo, ¿por qué colocaba Barreda a un hombre fuerte de la Junta como candidato a unas elecciones que, salvo milagro, se antojaban complicadísimas (por no decir imposibles)?

Fue entonces cuando políticos y periodistas comenzaron a observar la previsible jugada: ¿Estaría Valverde como candidato para, una vez perdidas las elecciones municipales, optar a la presidencia de la Diputación? Esta teoría encajaba a todos y parecía completa, ya que Valverde ocuparía un puesto al que aspiraría con mayores opciones y Barreda se quitaría de en medio a Nemesio de Lara. Estaba claro que Barreda intentaría mover a De Lara de su silla con alguna suculenta oferta. Se rumoreaba que le podrían ofrecer el Senado en 2012, pero -por el momento- la oferta es otra: Barreda ha pedido que sea Nemesio de Lara el que encabece las listas del PSOE a las Cortes de Castilla-La Mancha.

El movimiento parece tan evidente que ninguno de los protagonistas lo niega del todo. El pasado 25 de enero, la directora de El Día, Cristina Vives, le preguntaba a Valverde si acabaría como presidente de la Diputación, y éste admitía la posibilidad, como ya había hecho en varias ocasiones. Hace pocas semanas, el periodista Eugenio Blanco (Imás TV) entrevistaba a Nemesio de Lara y le preguntaba si ésta sería su última legislatura al frente de la Diputación, y De Lara reiteraba que la opción existía, y que él lo aceptaría.

No es la primera vez que a Nemesio de Lara se le ofrece 'salir' de la Diputación. En las anteriores generales, el PSOE le ofreció el número 3 de las listas del partido al Congreso de los Diputados por Ciudad Real, un ofrecimiento que De Lara rechazó. En su momentó se dudó de si lo rechazaba por querer seguir al frente de la Diputación o por el miedo a que su número 3 no le garantizase un puesto en el Congreso. Sea como fuere, lo cierto es que no abandonó la Diputación.

Pero ahora parece distinto. Barreda le ha ofrecido encabezar las listas provinciales, lo que le daría un puesto seguro en las Cortes. Además, mientras el anterior ofrecimiento se hizo 'de tapadillo', aquí se está recurriendo al anuncio público y oficial, con lo que el rechazo no sería tan sencillo. Además, si De Lara abandonase la Diputación y Valverde ocupase su puesto, los puestos de responsabilidad del PSOE en la región quedarían monopolizado por los hombres fuertes de Barreda. Evidentemente, De Lara acabaría en las Cortes, pero bajo el poder directo de Barreda, que lo tendría más cerca que nunca y podría evitar, de este modo, futuros problemas.

Decíamos al principio de este artículo que Barreda buscaría la forma de apartar a Nemesio de Lara de puestos de responsabilidad dentro de la región. Aún le quedan varios episodios a esta historia, y habrá que ver cómo reacciona Nemesio de Lara próximamente, pero parece que los planes de Barreda, aunque con retraso, se van cumpliendo a la perfección.