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A los 'populares' se les presenta una oportunidad única. Tras 28 años de gobierno del PSOE, el PP afronta estas elecciones con posibilidades más que reales de colonizar uno de los mayores feudos socialistas junto con Andalucía. Son las segundas elecciones en las que el PP presenta a Cospedal como candidata, y esta vez ven más que posible la victoria, sobre todo después de la encuesta del CIS. No por los méritos de Cospedal (a la que se acusa de estar más pendiente de Madrid que de Castilla-La Mancha), sino por los deméritos y las manchas de José María Barreda, el actual presidente.

Y es que esta legislatura no ha sido precisamente la mejor para Barreda. Su región se ha visto afectada por distintas circunstancias que la han situado en la picota de las polémicas:

- Caja Castilla-La Mancha. El 28 de marzo de 2009, CCM era interevenida por el Banco de España, convirtiéndose en la primera entidad intervenida en España desde 1993. Además, la Fiscalía Anticorrupción imputaba a Hernández Moltó, hasta entonces presidente de la entidad. Los pecados de CCM fueron numerosos y todos apuntaban a financiaciones polémicas, inversiones de riesgo excesivo, concesiones de créditos a empresarios cercanos al presidente Barreda... Tras la incertidumbre inicial, en septiembre de 2010 fue absorbida por Cajastur, una absorción que, lejos de traer la tranquilidad, ha desembocado en una serie de prejubilaciones y cierres de oficinas.

- Aeropuerto de Ciudad Real. Uno de los mayores puntos negros de Barreda. Tras su inauguración en diciembre de 2008, la historia del Aeropuerto de Ciudad Real no ha hecho más que caer en picado: venta frustrada, quiebra, rescates a la desesperada, ERE, huida de aerolíneas, contratos polémicos, autocontrataciones, plusvalías, implicación de CCM, deudas inasumibles... Una terrible serie de despropósitos que han colocado a Barreda en el disparadero.

Más en este previo electoral que publiqué ayer en El Confidencial.