Uno de los mayores problemas con los que se puede encontrar un político es que en determinado momento se le plantee una situación en que sus votantes y algún tipo de lobby o empresa se encuentren radicalmente enfrentados y él tenga que mediar. Será entonces cuando éste tendrá que intervenir de forma excluyente, favoreciendo a unos y perjudicando a los otros sin que haya mucho margen para la maniobra ni las medias tintas.

Todos sabemos que los votantes somos los que tienen las de perder en la mayoría de ocasiones. Unas veces nos damos cuenta de repente, cuando el político en cuestión nos suelta de sopetón una ley o una medida que choca de frente con todos nuestros intereses. Sin embargo, a veces el político nos avisa un poco antes de clavarnos el cuchillo. Es ese tipo de ocasiones en que un político avisa de que va a tomar una medida impopular. Con unos conocimientos básicos de lingüística (o, en su defecto, de latín) sabemos separar la etimología de impopular:

- im-: sufijo de negación: no-
- popular: adjetivo popularis, -e, procedente en último término del sustantivo populus, -i: popular significa del pueblo
Por tanto: impopular: no popular, no del pueblo

Sin embargo, el otro día el ministro de Cultura, César Antonio Molina, nos dio una gran clase de lingüística para advertirnos de lo que viene. El ministro dijo que dentro de poco entrará en vigor una normativa, "que probablemente sea antipopular", para regular la piratería en internet. Más allá de que Molina quiera copiar el nefasto modelo Sarkozy, fue poca la gente que reparó en sus palabras exactas, pero sería interesante detenerse en eso de antipopular:

- anti-: sufijo que significa contra o en contra de
- popular: adjetivo popularis, -e, procedente en último término del sustantivo populus, -i: popular significa del pueblo
Por tanto: antipopular: contra el pueblo, en contra del pueblo

Es decir, que lo que el ministro de Cultura nos dijo es que para evitar la piratería (o al menos para intentarlo) no va a tomar una medida que no sea popular, sino que de hecho va a ser totalmente contraria al pueblo, va a ir totalmente en contra de los intereses del pueblo.

Ténganlo en cuenta cuando tengan que recordárselo a César Antonio Molina, pero cuando llegue esa medida antipopular no se hagan los sorprendidos, que el ministro ya lo está dejando bien clarito.

P.D.: Entrada inspirada en la entrevista digital que hizo El Economista a David Bravo.

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