Esta semana hemos visto en los medios de comunicación a nuestra querida Rosa Rotondas como una nueva mártir de la causa nacional, vilmente perseguida por las hordas rojas, empeñadas en desalojarla de su pisito de protección oficial [corrijamos: protección "municipal"] ganado con el sudor de su jeta.

Sin embargo, he echado en falta que la actual "mandamás" se pronunciase acerca de la grieta abierta entre León Triviño, en calidad de hombre de paja del Aeropuerto de la CCM, y María Dolores de Cospedal, superjefa pepera en Castilla-La Mancha. Como seguro sabéis, Leon Triviño se desmarcó hace un par de días con una carta durísima contra de Cospedal, acusándola de utilizar el Aeropuerto de Ciudad Real para desgastar al gobierno regional, embarullado en el fango de la pésima gestión de la CCM. La respuesta de los dirigentes del PP no se hizo esperar, ya que con un comunicado muy duro, aventuraban una futura querella contra Triviño si no rectificaba varias de las afirmaciones vertidas en su primer escrito.

Sin embargo, en este asunto hubiese sido muy interesante conocer el parecer de nuestra alcaldesa, ya que el vendaval político se dirime en medio de las pistas del Aeropuerto Central de Culipardolandia. Rosa, como buen animal político que es, sabe medir cuando interesa comparecer ante la opinión pública, y en este caso... claramente no interesa.

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