En julio del año 2.007 entré a formar parte del Consejo de Administración de la Caja de Ahorros de Castilla la Mancha en una candidatura conjunta, compuesta por personas procedentes de distintos ámbitos profesionales, de distintas ideologías políticas y de distintas sensibilidades sociales. Era una candidatura para representar a los impositores de la Entidad. Algunos componentes de la candidatura éramos y somos afiliados al Partido Popular, otros al Partido Socialista, y otros no estaban ni están afiliados a ningún partido. Era una candidatura de consenso, y además era una candidatura única, por lo que los primeros de la lista fuimos proclamados miembros del Consejo de Administración por la Asamblea General de la Caja.

El mismo día, el Consejo de Administración me nombró miembro de su Comisión Ejecutiva, y también miembro de la Comisión de Obra Social.

Por tanto, cuando escribo estas líneas todavía soy miembro del Consejo de Administración de la Caja de Ahorros de Castilla la Mancha y de su Comisión Ejecutiva. No considero necesario explicar aquí que se trata de dos órganos clave en el gobierno de la Caja.

Pues bien: en ninguna reunión del Consejo de Administración, ni de la comisión Ejecutiva, a las que sólo he faltado una vez, y hace más de un año, por encontrarme enfermo, se ha hablado nunca de una posible fusión de Caja Castilla la Mancha con otra Caja, salvo para hacernos eco algunos Consejeros de varios rumores, y obteniendo siempre la respuesta de que se trataba de rumores infundados e incluso malintencionados, y la promesa de “si hubiese la más mínima idea o posibilidad, vosotros seríais los primeros en saberlo”. Siempre confié en la información que me dieron, entre otras cosas porque siempre confié en mis compañeros de Consejo y de Comisión y, por supuesto, en el Presidente.

Con estos datos, que son ciertos, me encuentro con noticias, publicadas en medios comunicación que tengo por serios, que aseguran que el Presidente de Castilla la Mancha y el Presidente de la Junta de Andalucía han hablado y negociado sobre la fusión de Caja Castilla la Mancha con Unicaja. Debo decir que ni José María Barreda ni Manuel Chaves son miembros ni del Consejo de Administración ni de la Comisión ejecutiva de CCM. Me encuentro con noticias que aseguran que José Manuel Caballero (Secretario de Organización del PSOE de Castilla la Mancha), Santiago Moreno (Portavoz del PSOE en las Cortes de Castilla la Mancha), o Clementina Díez de Baldeón (Diputada del PSOE por Ciudad Real), ninguno de los cuales es miembro ni del Consejo de Administración ni de la Comisión Ejecutiva de CCM, afirman las bondades de una fusión de Unicaja y CCM. Incluso me encuentro con noticias en las que el Consejero de Economía de Andalucía habla de un proceso de fusión que ya está abierto. Huelga decir que el Consejero de Economía de Andalucía tampoco es compañero mío en ningún órgano de gobierno de Caja Castilla la Mancha.

Ante estas noticias, no desmentidas por nadie, mi primera reacción es de sorpresa: ¿cómo es posible que estos señores sepan más que yo de una posible fusión? Se supone que yo debería estar informado, o más que informado, y resulta que, personas que no tienen absolutamente nada que ver con CCM ya saben hasta el domicilio social de la entidad resultante de la fusión.

Sigue leyendo aquí el artículo en el que Emilio Sanz, consejero del Partido Popular en Caja Castilla-La Mancha, explica su dimisión.

Y de regalo:

- El agujero de Caja Castilla-La Mancha podría ascender a 3.000 millones de euros.

- Fitch califica la deuda de Caja Castilla La Mancha como 'bono basura'.