1º La autocensura es la peor enfermedad que te puede sobrevenir y es mucho más grave y mortal que la censura.

2º Cuenta lo que ves y cómo lo ves con honestidad.

3º Habla con la gente. Las historias están fuera de tu despacho en la redacción.

4º Discrimina las fuentes interesadas y contaminantes que buscan influirte.

5º Contrasta hasta el límite la información.

6º Cuando escribas piensa en los lectores y escribe para ellos, no para tí o para tus compañeros.

7º No cuentes una noticia. Cuenta una historia, la noticia la cuentan todos.

8º Si te pones límites estás adulterando la información. Es mejor que no la publiques.

9º Si tu director o tu empresa por sus propios intereses te condiciona una historia veraz y contrastada, abandona el periódico. No te interesa ese medio ni a ti ni a los lectores a los que te debes.

10º Sé prudente, pero no tengas miedo. Sé valiente y entusiasta. Defiende a los indefensos y controla a los poderosos.

El decálogo, visto en Escolar.net, es de José Sanclemente, ex consejero delegado de Zeta y ex consjero delegado de ADN.