Caja Castilla-La Mancha (CCM) fue intervenida por el Banco de España el 28 de marzo de 2009, convirtiéndose en la primera entidad bancaria intervenida en España desde 1993 (Caso Banesto). Según una información publicada por El Mundo, CCM depositó el 40% de sus fondos propios en manos de tres empresarios de la construcción (Domingo Díaz de Mera, Ignacio Barco y Román Sanahúja). Actualmente, CCM ha sido absorbida por Cajastur. Tras prometer la llegada de buenas noticias y la estabilidad de la Caja (ahora convertida oficialmente en banco), CCM ha procedido a ejecutar más de 300 despidos y a cerrar cerca de 40 sucursales. Mientras tanto, Juan Pedro Hernández Moltó (ex presidente) e Ildefonso Ortega (ex director general) han sido imputados por un desfalco de más de 7.000 millones de euros.

Por otro lado, CCM es una de las entidades que ha financiado parte del Aeropuerto de Ciudad Real (actualmente en concurso de acreedores) y a los inversores del mismo, un proyecto autoproclamado privado, pero del que CCM posee hasta un 68,28%, entre acciones propias (36,43%) y pignoradas (31,85%). Estas dos actuaciones incumplen el protocolo de riesgo financiero que debe seguir cualquier tipo de entidad bancaria o de ahorro.

La única compañía que hasta ahora volaba desde Ciudad Real, Vueling, cancelará sus vuelos el próximo 29 de octubre, justo cuando vence el contrato firmado con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha por 2,3 millones de euros. A partir del 31 de octubre, y salvo sorpresa mayúscula, el Aeropuerto de Ciudad Real se quedará sin vuelos y cerrará, ya que todas las aerolíneas que han pasado por él (Air Berlin, Air Nostrum, Ryanair...) han ido dejando de volar cuando dejaron de recibir dinero público por hacerlo.

Quizá una región rebosante de dinero podría permitirse estos lujos, pero la nuestra no: Castilla-La Mancha tiene una deuda total (pública y privada) de 5.819 millones de euros, el 16,5% de su PIB, situándose en el segundo lugar de las regiones más endeudadas de España en relación deuda/PIB, tan sólo superada por la Comunidad Valenciana.

En cuanto a la deuda pública, Castilla-La Mancha realizó en 2010 emisiones de deuda pública por valor de 1.000 millones de euros. En términos absolutos quizá no parezca mucho, pero si te cuento que en el año 2000 la emisión fue por valor de 79 millones, comprenderás que nuestra región ha aumentado sus emisiones de deuda pública en más de un 1200% en apenas diez años.

Si desconocías estos datos, no te preocupes, no es culpa tuya. La mayoría de los medios de comunicación de Castilla-La Mancha, salvo honrosas excepciones, optaron en su momento por no contarte nada de esto. Estos medios fueron los mismos que se encargaron de inyectarte los mensajes optimistas promulgados por políticos de PSOE y PP de Castilla-La Mancha durante los últimos años.

Todos estos excesos económicos y estos monumentos al despilfarro se han sufragado, en gran parte, con dinero público. También los medios de información que se encargaron de desinformarte sobreviven gracias a este dinero.

Que se despilfarre dinero público es un asunto muy grave, indudablemente. Pero lo peor quizá no sea eso: quizá lo peor sea que, hasta ahora, desconocías algunos de los datos que te he dado. Quizá lo peor sea que los desconocías porque te los han ocultado. Quizá lo peor sea que los desconocías porque los llevaban a cabo a tus espaldas. Quizá lo peor sea que, mientras vivías de forma medianamente optimista y relajada, una serie de personas se encargaron de coger tu dinero y darle un uso que jamás habrías autorizado. Te miraron a los ojos y te mintieron.

Sólo te voy a pedir un favor: acuérdate de estos datos la próxima vez que veas a una familia desahuciada, la próxima vez que veas a un familiar tuyo quedarse sin trabajo, la próxima vez que un político -sea del partido que sea- suprima un servicio social, la próxima vez que pierdas un derecho que antes tenías, la próxima vez que veas a una persona acercarse peligrosísimamente al umbral de la pobreza...

En definitiva: acuérdate de estos datos cada vez que sientas que el mundo no va todo lo bien que debería.


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[Artículo escrito para el boletín del 15-M en Ciudad Real]