Estos días estamos conociendo noticias que verdaderamente nos ponen los pelos de punta. Algunas de ellas son los suicidios de grandísimos empresarios que por culpa de la crisis se han arruinado y han optado por suicidarse, teniendo a Adolf Merckle como el último ejemplo de esta práctica que esperemos que no se convierta en una moda y que nos recuerda a los suicidios del crack del 29 (aunque a día de hoy ya sabemos que esa historia es un bulo).

La verdad es que, dejando a un lado el trágico final del suicidio, la crisis ha puesto de relieve alguna situaciones sobre las que merecería la pena reflexionar. En los últimos meses estamos viendo cómo muchas empresas están teniendo que despedir a gente y reducir gastos debido a la disminución de ingresos y a la crisis global. Sin embargo, son muchas también las empresas que no se han quedado en la reducción de gastos y han tenido que cerrar directamente.

En todo esto también hay bastante trampa. Todos conocemos varios ejemplos a lo largo y ancho del país de empresarios que han cerrado una de sus empresas aludiendo a la crisis y han negado a sus trabajadores las indemnizaciones por el despido, pero al día siguiente han abierto otro negocio idéntico. Al margen de estos estafadores (sí, estafadores), sí que hay casos concretos de empresas que han tenido que cerrar.

Servidor no es un gran conocedor de los entresijos financieros a los que deben enfrentarse cada día las empresas, pero algunas cosas me dejan bastante perplejo. No me cuesta demasiado comprender que una empresa pase por un mal momento, pero, ¿tanto como para tener que cerrar? Son muchísimas (y cada día más) las empresas que están echando el cierre por la crisis; ¿de verdad es necesario recurrir a un cierre? Resulta llamativo imaginarse al empresario que un día decidió emprender un nuevo negocio y que a día de hoy este negocio ha llegado a un punto de malestar que incluso ha tenido que cerrar.

Sin duda, algunos factores de la crisis han hecho que muchas empresas se tambaleen y otras tantas cierren, y uno se pregunta qué es lo que esto refleja. Lo siento, pero a pesar de que la crisis sea grande, me cuesta comprender que una empresa medinamente productiva y con muchos años de experiencia tenga que cerrar. Me refiero a las empresas cuyo cierre a lo mejor ha sido desencadenado por algún pequeño revolcón en las finanzas mundiales. Y es que el efecto mariposa es totalmente legítimo, y puedo entender que las empresas se tambaleen ante el aleteo de una mariposa en la otra punta del planeta, pero, ¿que cierren?

¿De verdad es imprescindible cerrar? ¿Hasta tal punto dependía tu empresa de esos factores económicos como para que ahora tengas que cerrar? Ante este tipo de cosas, uno se pregunta hasta qué punto los empresarios de medio mundo han arriesgado en sus empresas y han llevado ese riesgo hasta el mayor de los límites. Esta crisis nos ha mostrado que la mayoría de negocios vivían al límite de sus posibilidades y que en el léxico de sus empresarios no existía la palabra 'previsión'. Sólo así puedo entender que tengan que cerrar empresas a las que no les afectan en demasiada medida las terribles catástrofes financieras que se cuecen en todo el mundo. Todo esto puede servirnos de mucha ayuda a los ciudadanitos de a pie, que, a partir de ahora, cada vez que entremos a trabajar a una nueva empresa sabremos que ésta no tiene ningún tipo de previsión, que está exprimiendo al máximo los recursos para que se forren los de siempre y que está rozando el límite de sus posibilidades. Y que este límite se puede ir al carajo en cuanto una mariposa aletee.

Como todos sabemos, la mayoría de cierres en las empresas no han venido por el no funcionamiento de su negocio, sino por la dependencia de la inyección de capital de fuera: inversores, anunciantes, publicistas, constructores... muchos son los agentes económicos que durante estos últimos años se han encargado de mantener a muchas empresas a cambio de una buena reputación y una buena publicidad. Pero si una pieza del dominó se cae accidentalmente, el resto corren la misma suerte.

El futuro de muchas empresas no depende de la propia empresa, ni del éxito de su negocio, sino de que a sus accionistas o inversores les vaya bien en sus otros negocios (los que realmente les interesan) para poder dejarle unas pelillas a esta empresa. Un ejemplo muy claro es el de los medios de comunicación, que están sufriendo la terrible crisis de la publicidad. Y es que nadie debe engañarse: sin la publicidad procedente de fuera, los medios no son nada. Ni los locales, ni los nacionales, ni ninguno. Es bastante significativo observar que la mayoría de los medios de comunicación no son rentables como tal y tienen que hipotecar su bienestar económico a la llegada de capital externo, sobre todo en forma de publicidad. Ya son muchos los ejemplos de medios de comunicación que están cerrando o que están echando a parte de sus empleados. Y mientras siga sin entrar dinero por publicidad (a menos que alguien lo remedie) seguirá pasando en 2009.

Los ciudadanitos que poca o ninguna idea tenemos sobre economía nos preguntamos ahora de dónde salían entonces los beneficios de algunas empresas que a día de hoy están cerrando. Y es ahora cuando comprendemos que una gran parte del dinero con el que se estaba tratando era poco menos que una entelequia. Hace pocos meses hablaba con Enrique Viaña, catedrático de Economía Aplicada de la UCLM, que decía: "Hay que dejar de revalorizar la riqueza y empezar a generarla". Lo que grosso modo afirmaba Viaña es que muchas empresas han dedicado más tiempo a juguetear con un dinero ficticio que a crearlo realmente. Pocos han sido los empresarios que han optado por crear un modelo de negocio propio e independiente y recoger los frutos; parece ser que es mucho más divertida la especulación, aunque especular con el dinero también signifique especular con los puestos de trabajo de tus empleados. Y eso sí que no tiene ninguna gracia.

Hay otro factor que nos está mostrando la crisis, y es la de los altos cargos que se han creído que todo el monte era orégano. Ya lo decía hace unos días el presentador de Canal Bizkaia que criticaba duramente a sus jefes por dedicarse a vivir la vida en vez de formarse y adaptar los modelos de negocios a los tiempos en que vivimos. Me refiero a ese tipo de personas que en cuanto alcanzan un puesto de mediana responsabilidad, ésta se les sube a la cabeza y se piensan que ya lo saben todo y que nadie tiene nada que enseñarles. De este modo, se dedican a poco más que echarse la siesta y regodearse en su éxito y en su sueldo sin molestarse siquiera en mirar por la ventana empresarial y laboral, no sea que estén pasando cosas de las que deberían tomar nota. Y claro, cuando de repente una mariposa aletea brevemente, a éstos se les viene el mundo encima y ponen repugnantes excusas que intentan justificar su deficiente trabajo y profesionalidad.

Y de nuevo me voy al periodismo. A lo largo de mi brevísima experiencia he podido hablar con jefes (tanto de redacción como jefes empresariales) de mis empresas y de otras empresas, y la verdad es que a veces me parecía estar hablando en otro idioma. Uno se acerca a según qué jefes (no a todos, obviamente) y les empieza a hablar de la prensa y el periodismo digital, de los blogs, de la sindicación de noticias, del AdSense, de los nuevos formatos de negocio y publicidad... y como si estuviera hablando en chino, oiga. La verdad es que resulta algo desesperante comprobar que una persona con alta responsabilidad en un medio de comunicación no sabe adelantarse medianamente a los tiempos y no tiene ni pajolera idea de los nuevos factores que marcarán su trabajo más pronto que tarde. Y lo peor de todo es que el futuro de muchos de nosotros depende de estos 'gurús', que te miran con cara rara cuando les hablas de hipertexto.

Llegado este momento, cabe preguntarse si el que elaboró la teoría del efecto mariposa tenía razón o en realidad era un alto cargo que se echó la siesta demasiado tiempo y la tormenta lo pilló en calzoncillos.

Compartir: Agregar a Technorati Agregar a Del.icio.us Agregar a DiggIt! Agregar a Yahoo! Agregar a Google Agregar a Meneame Agregar a Furl Agregar a Reddit Agregar a Magnolia Agregar a Blinklist Agregar a Blogmarks